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Conservas de tomate en casa

Conservas de tomate en casa

Las conservas de tomate caseras son una excelente forma de aprovechar la frescura de los tomates y prolongar su vida útil. Se preparan cocinando los tomates con hierbas y especias, luego se envasan en frascos esterilizados para su conservación a largo plazo. Estas conservas son versátiles y se pueden utilizar en una variedad de platos, desde salsas hasta sopas y guisos.

Ingredientes:

• Tomates maduros (la cantidad que desees conservar)

• Sal (al gusto)

• Ácido cítrico o jugo de limón (opcional, para conservar)

• Frascos de vidrio con tapa hermética

Asegúrate de lavar y esterilizar adecuadamente los frascos y tapas para prevenir la contaminación. Además, utiliza tomates frescos y maduros para obtener conservas de tomate de mejor calidad.

Preparación:

1. Lava y desinfecta los frascos de vidrio y sus tapas. Puedes hacerlo hirviéndolos en agua durante 10 minutos o utilizando un ciclo de lavado y secado en el lavavajillas.

2. Lava los tomates y quítales el pedúnculo (el tallo) y cualquier parte dañada o en mal estado.

3. Hierve una olla grande de agua y prepara un recipiente con agua helada y hielo (un baño de agua fría). Esto se utilizará para escaldar los tomates.

4. Sumerge los tomates en agua hirviendo durante unos 30 segundos a 1 minuto, hasta que la piel comience a agrietarse. Luego, retira los tomates con una espumadera y sumérgelos de inmediato en el baño de agua fría. Esto facilitará el pelado de los tomates.

5. Una vez que los tomates estén fríos, pela la piel. Debería ser fácil de quitar en este punto.

6. Corta los tomates pelados en trozos pequeños y retira las semillas si lo deseas. Cuanto más pequeños sean los trozos, más rápido se cocinarán.

7. Coloca los trozos de tomate en una olla grande y pesa la cantidad de tomate que tienes.

8. Cocina los tomates a fuego medio-bajo durante aproximadamente 30-45 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que se reduzcan y espesen. Agrega sal al gusto.

9. Opcionalmente, puedes agregar ácido cítrico o jugo de limón a la salsa. Esto ayudará a conservarla durante más tiempo. La cantidad a agregar dependerá de la cantidad de salsa que estás haciendo y de tu preferencia personal. Generalmente, se utiliza alrededor de 1 cucharada de ácido cítrico por litro de salsa.

10. Mientras la salsa se cocina, hierve los frascos de vidrio y las tapas durante 10 minutos para esterilizarlos.

11. Llena los frascos esterilizados con la salsa de tomate caliente, dejando aproximadamente 1 cm de espacio en la parte superior. Limpia los bordes de los frascos con un paño limpio y seco.

12. Coloca las tapas herméticas en los frascos y ajústalas bien.

13. Voltea los frascos boca abajo y déjalos enfriar por completo. Esto ayudará a crear un sellado hermético.

Una vez que los frascos estén completamente fríos, guárdalos en un lugar fresco y oscuro. Las conservas de tomate caseras suelen durar varios meses si se almacenan adecuadamente. Puedes utilizar esta salsa de tomate en una variedad de platos, como pasta, pizza, salsas y más. ¡Disfruta de tus conservas de tomate caseras!

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